Con la instalación de la primera Speedmaster XL 105 en el año 2004, la actividad de Moquin Press, con sede en el Área de la Bahía de San Francisco, creció significativamente. La empresa, cuyos orígenes se remontan a la impresión comercial, se ha transformado casi por completo en un impresor de packaging. En la actualidad, se ha especializado en la impresión de cajas plegables y etiquetas que deben cortarse y apilarse. El objetivo de la empresa es acelerar la transición de sus clientes hacia un packaging más sostenibles y de alta calidad, que mejore el impacto medioambiental de sus productos.
La Speedmaster XL 106 es la inversión más reciente de Moquin Press, e incorpora cambios en la unidad CutStar y adaptaciones especiales de la alimentación de pliegos en las unidades de impresión y la salida para poder procesar materiales más delgados. “Desde su introducción, la gama de equipos Speedmaster XL ha experimentado grandes avances de desarrollo en múltiples áreas”, afirma Márcio Ribeiro, director general de Moquin Press. “Entre sus avances más notables destaca la capacidad de operar fácilmente a velocidades máximas con una amplia gama de materiales de impresión. Además, la calidad de impresión que ofrece es excepcional, y es una máquina diseñada para durar”. Moquin subraya: “El equipo no sólo es increíblemente uniforme y estable durante la tirada, sino que muchos procesos están automatizados y su tecnología es muy intuitiva”.
“Creemos que las empresas tienen la responsabilidad de minimizar su impacto ambiental. Este equipo es un paso importante en esa dirección”. Al aumentar su rendimiento neto, Moquin Press puede producir más unidades en menos tiempo, reduciendo así el consumo total de energía. Además, la nueva Speedmaster XL 106 se puede adquirir con compensación de CO2, lo que significa que las emisiones de CO2 que se generan durante la producción de la máquina se compensan con la compra de certificados de protección ambiental (Gold Standard) de HEIDELBERG. La nueva Speedmaster XL 106 está equipada con la cortadora CutStar de cuarta generación, que ahorra hasta un 50 por ciento en los tiempos de puesta a punto gracias a su alto nivel de automatización.
“Prinect actúa esencialmente como un valioso asistente adicional dentro de la máquina”, señala Ribeiro. “Simplifica notablemente los procesos de trabajo y permite a los operarios obtener el máximo rendimiento del sistema con el mínimo esfuerzo”. A pesar de las constantes inversiones de Moquin en tecnologías de vanguardia, la empresa ha valorado especialmente el sólido y eficiente departamento de servicio técnico de HEIDELBERG. “La certeza de poder contar con el equipo de servicio de HEIDELBERG fue el factor decisivo que influyó en muchas de nuestras decisiones. Siempre han cumplido lo que prometieron. HEIDELBERG siempre ha sido un socio importante para nuestra empresa”.