Offset 5020 es una imprenta dirigida por Gerald Watzal que hace sentir a los clientes exigentes como en su casa, incluso fuera del horario habitual. El parque de maquinaria básico para la rápida ejecución de los trabajos está compuesto por dos nuevas Speedmaster CD 102 de Heidelberg.
La sinceridad de su confesión sorprende en un primer momento: «Para explicar todas las funcionalidades de mi máquina de imprimir, no soy el más idóneo. Si para manejarme con el móvil ya tengo dificultades», deja caer Gerald Watzal. Su presunta confesión sobre cierta limitación en su querencia por los detalles técnicos es recibida por el visitante de Offset 5020, una imprenta de Salzburgo, con extrañeza; pero guarda estrecha relación con una estrategia para lograr un éxito empresarial sostenido que aparentemente arroja resultados. Ahora, la traducción. Que Gerald Watzal se devane los sesos leyendo instrucciones de manejo de máquinas de imprimir ya no es necesario. Porque para ello, el empresario ha contratado a técnicos maquinistas ... y no solo a estos: Watzal tiene a un empleado por cuyo puesto muchos soñarían en el sector gráfico. Es alguien que no tiene otra ocupación durante el año que ir a las ferias de muestras y evaluar directamente en los proveedores el hardware o el software más adecuado para el ejercicio en curso de la imprenta, un buscador de tendencias en el reino de las ideas de la industria gráfica, por así decirlo. Este «trendscout» de Watzal estuvo una semana en la drupa, el jefe solo necesitó desplazarse a la feria dos días para tomar las últimas decisiones sobre las nuevas inversiones a realizar. «Yo no tengo que preocuparme de estas cosas. Esto me da la posibilidad de ocuparme al cien por cien del negocio», aduce como justificando semejante privilegio el Sr. Watzal, director de una imprenta con una plantilla que asciende ya a 55 empleados.
La confesión de Gerald Watzal sobre su incapacidad con el móvil, sin embargo, peca de falsa modestia. Porque el móvil de Watzal, a fin de cuentas, es el centro de telecomunicaciones de una historia de éxito realmente increíble. ¿Y eso cómo es? Su teléfono móvil está casi a todas horas a disposición de los clientes y tan pronto el empresario de Salzburgo lo coge, hace que las preocupaciones de aquellos que le llaman queden en agua de borrajas ofreciéndoles una solución casi siempre muy rápida. «Para luchar contra las quejas del sector y el regateo de los precios, solo hay una cosa que sirva: la impresión», comenta Watzal. «Si se le puede ofrecer al cliente, incluso en horas algo intempestivas, una solución completa, no se le pasará por la cabeza regatear céntimo sí céntimo no». Una solución completa es, por ejemplo, la que Offset 5020 ofreció a una cadena de productos electrónicos: le imprime volantes y carteles para docenas de filiales al precio de oferta del momento y los entrega semana tras semana puntualmente a todas las filiales que este tiene en todo el país.
El móvil de Watzal es también la 'sala de consultas’ de los clientes que buscan el consejo de la imprenta incluso fuera del horario laboral habitual. Las solicitudes de presupuesto de última hora suelen acabar convirtiéndose en relaciones comerciales sóildas. «El 95 de nuestros clientela lo conforman clientes de toda la vida», confiesa Gerald Watzal. Con algunos de ellos, incluso ha llegado a entablar amistad. «Soy como el peluquero para ellos: algunos de mis clientes me cuentan cosas de su vida, me mantienen al día y soy también su persona de confianza», añade. Hace poco incluso con dos de ellos, responsables de agencias publicitarias, pasó las vacaciones juntos. Compartir la pasión por la estética fijándola en el papel con los clientes fuera de los horarios de oficina o, incluso, en las vacaciones, es un placer reservado solamente a pocos impresores. La imprenta ha hecho las vacaciones antes de Navidad. Y es que, a diferencia de muchas empresas del sector, Offset 5020 está abierta también en los días festivos próximos a Navidad y Año Nuevo. Una filosofía de negocio anticíclica a nivel de calendario que también se traslada a la frenética actividad inversora.
Offset 5020 instaló una Speedmaster CD 102 con cuatro grupos de entintado el pasado septiembre. Por aquellas fechas, la sensible flor de la coyuntura empezaba a marchitarse. Un mes más tarde, en octubre, la imprenta recibió en su planta de Salzburg-Siezenheim una Speedmaster CD 102 con cinco grupos de entintado y un grupo barnizador. La entrega de las máquinas fue más que redonda ya que, con la máquina, Watzal recibió el Wallscreen número cien instalado en todo el mundo. «Siempre hemos invertido de forma anticíclica, hasta ahora los resultados han sido buenos», opina el Sr. Watzal. Especialmente en Salzburgo: los cierres de imprentas de los últimos meses en todo el país han reforzado la demanda de proveedores eficaces de servicios de impresión.
Aunque todo parezca planeado, la imprenta no tenía al principio en la mente adquirir al menos las dos Speedmaster 102: «Solo quería sustituir, de hecho, una de nuestras Speedmaster de cinco años, pero el incremento productivo que conseguimos con ella tras poco tiempo me convenció a comprar otra», explica Watzal. El incremento productivo generado por las dos Speedmaster es una muestra clara de la permanente evolución de las máquinas de Heidelberg. Las cifras hablan por sí solas: la imprenta tiene ahora un 25 por ciento más de capacidad, especialmente porque las máquinas alcanzan más rápidamente el entintado correcto. «El entintado y la preparación son ahora entre tres y cuatro minutos más rápidos en cada color de la gama. La velocidad de impresión ha aumentado también un 15 por ciento», detalla Watzal con sorpresa. Contando que los maquinistas de Offset 5020 tienen que realizar unos 10.000 cambios de tinta al año, el ahorro en este sentido es notable y este tiempo puede emplearse en cosas más productivas, por ejemplo, en la impresión misma. Precisamente en la planta de Salzburg – lejos de la frenética metrópolis vienesa donde se concentran todas las agencias –, este enfoque a nivel de eficacia de costes es vital: en los trabajos para las agencias con cortos plazos de entrega, Offset 5020 debe compensar la distancia que le separa de Viena aumentando la capacidad de las máquinas. «Trabajamos duramente para que nuestros clientes de Viena apenas noten que estamos a 300 kilómetros de distancia. Y cada vez nos sale mejor», añade satisfecho Gerhard Watzal. De Viena les llegan cada vez más encargos, el 25 por ciento de su facturación anual. Hace algunos años, Watzal contrató a un asesor de clientes que se encargaba solo de las relaciones con los clientes exigentes de la capital. Las dos nuevas Speedmaster CD 102 son un componente esencial de la estrategia empresarial de esta imprenta de Salzburgo. La configuración de la máquina – una Speedmaster con cuatro tintas y una con cuatro tintas y barniz – también está vinculada con la estrategia comercial de la empresa. El 50 por ciento de sus trabajos se hacen con cuatricromías y el 35 por ciento, con tintas planas. Esto hace recomendable aplicar un barniz de dispersión para poder suministrar los productos aún con mayor rapidez. Y la rapidez es fundamental cuando el móvil del Sr. Watzal vuelva a sonar.