Máquinas de impresión como el Heidelberger Tiegel o el Original Heidelberger Zylinder pueden admirarse hoy en museos. Pero no solo allí: estos íconos indestructibles de HEIDELBERG aún se encuentran en pleno funcionamiento en muchas imprentas. Desde el inicio de la producción en serie en 1926 hasta el fin de su fabricación en 1985, se construyeron aproximadamente 165,000 unidades del Heidelberger Tiegel, una cifra récord en la industria.
Sin embargo, HEIDELBERG también puede mirar atrás a 50 años de éxito con la familia Speedmaster. Rainer Wolf, jefe de gestión del portafolio en el área de Sheetfed, destaca: "Las familias de productos con una larga trayectoria de desarrollo son una parte fundamental de la identidad de la marca HEIDELBERG. Un ejemplo es la Speedmaster SX 102, que todavía se comercializa hoy y que se basa en la Speedmaster SM 102 de 1975. Por supuesto, la tecnología y la funcionalidad han evolucionado constantemente, pero el ADN de la máquina sigue siendo reconocible."
La incursión en la impresión offset en los años 60 y 70 marcó una transformación profunda para HEIDELBERG. Hasta entonces, el negocio principal marchaba bien, pero enfrentaba la creciente competencia de otras empresas en el segmento de impresión offset. Para entrar rápidamente en este mercado en expansión, en 1962 se equipó la base del Original Heidelberger Zylinder con un sistema de entintado offset básico, dando origen a la K-Offset. La oferta se amplió rápidamente con modelos como S-Offset, Rotaspeed y la exitosa serie GTO.
Según Rainer Wolf, esto demuestra otro rasgo clave de HEIDELBERG: "No siempre somos los primeros en el mercado, pero tenemos el talento de adaptar nuevas tecnologías, mejorarlas significativamente y lanzarlas con éxito."
El gran hito llegó en 1974 con la presentación de la serie Speedmaster, cuyo impacto se siente hasta hoy. "Con una velocidad de 11,000 hojas por hora y una configuración de cuatro colores en línea, la Speedmaster SM 72 fue la estrella de la feria PRINT Chicago 1974. Apenas un año después, se lanzó la Speedmaster SM 102 con volteo de hojas." Imprimir en cuatro colores en línea fue un salto cuántico en una época en la que predominaban las máquinas de uno o dos colores.
"Al inicio de la historia de éxito de la Speedmaster, nuestros clientes se centraban principalmente en la impresión publicitaria y editorial", explica Rainer Wolf. "Esto se debía a que, en los años 70, el mercado del cartón plegable no tenía la relevancia actual, y las primeras Speedmaster no estaban diseñadas para imprimir sobre cartón."
Para responder al crecimiento del sector de empaques, HEIDELBERG lanzó en 1986 la Speedmaster CD 102, donde "CD" significaba "Carton Diameter". Diseñada específicamente para la impresión de packaging, incorporaba cilindros de impresión de doble tamaño y cilindros de transferencia de triple tamaño para procesar materiales más gruesos, como el cartón, con mayor eficacia. Hasta la fecha, la Speedmaster CX 104, basada en la plataforma de la CD 102, sigue siendo la máquina offset en pliegos más vendida a nivel mundial. La impresión de empaques ha crecido sin cesar: hoy, aproximadamente el 60% de las unidades de impresión Speedmaster se destinan a este segmento.
Según Rainer Wolf, la evolución de la familia Speedmaster puede dividirse en distintas fases. En sus inicios, el enfoque estaba en perfeccionar el joven proceso de impresión offset, buscando mejorar la calidad de impresión y la estabilidad del proceso. Innovaciones clave de esta época incluyeron el sistema de humectación Alcolor y el cambio semiautomático de planchas con Autoplate.
En 1977, se integró el primer sistema de control computarizado en las máquinas Speedmaster, al mismo tiempo que la regulación remota del color. Esto permitió ajustar las zonas de tinta directamente desde un panel de control central en lugar de hacerlo manualmente. También hubo avances revolucionarios en el transporte de las hojas, con la introducción de boquillas Venturi para una alimentación sin contacto.
En los años 90, la industria de la impresión se transformó con la digitalización. La computarización de la preimpresión y la llegada del "Computer-to-Plate" revolucionaron los flujos de trabajo. Paralelamente, los sistemas de control de color y los paneles de operación ergonómicos con pantallas táctiles e interfaces intuitivas modernizaron la gestión de las máquinas. Con la adquisición de Linotype Hell en 1996, HEIDELBERG profundizó la integración digital y optimizó el flujo de trabajo en preimpresión. Los datos de preimpresión se usaron directamente en las Speedmaster, permitiendo ajustes de color automáticos que redujeron los tiempos de preparación y el desperdicio. Según Rainer Wolf: "Con esto, la impresión pasó de ser un oficio artesanal a una verdadera industria."
A nivel técnico, las máquinas se hicieron más largas para incorporar procesos en línea, bajo el concepto de "One-Pass-Productivity". En impresión de packaging, la demanda de colores especiales, unidades de barnizado y secado creció exponencialmente.
En impresión publicitaria y editorial, HEIDELBERG introdujo las largas máquinas reversibles de ocho o más unidades, permitiendo impresión a doble cara en un solo paso, duplicando la productividad sin aumentar el personal requerido.
Con la Speedmaster XL 105 presentada en Drupa 2004, HEIDELBERG estableció un nuevo estándar en la categoría de alto rendimiento. Simultáneamente, la integración digital con Prinect cobró aún más relevancia. "La digitalización y conexión del proceso de impresión, el mayor formato para envases, su robustez y enorme productividad han convertido a la Speedmaster XL en el buque insignia de HEIDELBERG", afirma Rainer Wolf.
La "tecnología XL" se ha consolidado en el sector, con innovaciones aplicadas a otras líneas Speedmaster. Los procesos que antes eran secuenciales ahora ocurren simultáneamente gracias a nuevos sistemas de control, y las mediciones en línea optimizan la impresión automáticamente. Hace una década, 30 millones de impresiones al año eran un récord; hoy, 60 millones son habituales. Con la nueva Speedmaster XL 106 de Drupa 2024, que alcanza 21,000 hojas por hora, los 100 millones de impresiones anuales están a la vista.
El aumento de la demanda y la escasez de operadores especializados hacen que las soluciones inteligentes sean esenciales. Asistentes inteligentes, funciones de autoaprendizaje e inteligencia artificial desempeñan un papel clave. Desde 2016, HEIDELBERG impulsa su visión de automatización con "Push to Stop": en lugar de que el operador inicie cada proceso, la máquina funciona de forma autónoma y solo se detiene si es necesario. La automatización y la navegación inteligente del operador son fundamentales.
"La Speedmaster integra cada vez más sistemas de asistencia que optimizan los procesos en segundo plano, tareas que antes requerían conocimientos expertos", explica Rainer Wolf. Esta ventaja es valorada tanto en mercados industrializados como en regiones en crecimiento como Asia y América Latina. "Lo que comenzó con Push to Stop en las Speedmaster se extenderá a toda la cadena de producción, con sistemas híbridos offset-digital gestionados por flujos de trabajo inteligentes."