Alta complejidad, escasez de tiempo: El impresor de embalajes que utiliza sistemas varios para detectar errores y expulsar la maculatura puede entregar productos de gran calidad y presumir incluso de ofrecer una producción ‘cero defectos. Pero el uso de estos sistemas con ajustes de calidad individualizados orientados a satisfacer exactamente las exigencias mínimas de cada pedido es, salvo raras excepciones, poco rentable.
Los motivos principales son dos: En primer lugar, las tiradas cada vez más cortas conllevan cambios de pedido cada vez más frecuentes, y el tiempo simplemente no alcanza para preparar cada proyecto optimizando los preajustes de cada dispositivo de comprobación y equipo periférico. El segundo factor es la inseguridad en el manejo que, dada la falta creciente de personal cualificado, en el futuro tenderá a aumentar y no a disminuir. De hecho, en muchos casos falta el §know-how§ necesario para realizar ajustes de precisión que se amolden perfectamente al nivel de calidad contratado.
En ambos casos, las consecuencias son las mismas: en vez de poca, a menudo se produce demasiada calidad. Y como los clientes solamente pagan por lo que han pedido, los impresores de embalajes desperdician material y reducen con ello su margen comercial. Dicho de otra manera, regalan una calidad que nadie les exige.
«La producción §cero defectos§ es un objetivo importante en la impresión de embalajes, pero no es el único», afirma Sascha Epp y describe con ello una situación casi paradójica. «También se trata de establecer una producción racional y eficiente en el uso de recursos, y de encontrar el punto idóneo que nos permita trabajar de forma rentable adaptando la calidad al nivel realmente exigido», añade el gestor de producto de HEIDELBERG.
¿Pero cómo lograr este objetivo en el día a día de la producción si las premuras de tiempo son cada vez mayores, si la complejidad en el manejo no deja de aumentar y si los requisitos del pedido siguen creciendo? Pues muy fácil: con el Device Assistant de HEIDELBERG.
Device Assistant es un nuevo representante de la creciente familia de asistentes de Heidelberg que aporta valiosas ventajas competitivas a las imprentas por vía de la automatización. Y, al igual que sus hermanos, el Device Assistant es un especialista consumado en materia de simplificación y agilización.
Como elemento integral del §wizard§ de puesta a punto, un ayudante virtual de Intellistart 3 disponible en Prinect Press Center 3/XL 3, Device Assistant es el centro de mando inteligente que entrelaza todos los sistemas de control de calidad instalados tanto en la máquina como en los equipos de salida. Las opciones de ajuste están claramente agrupadas en una interfaz gráfica que permite un manejo fácil e intuitivo a través de una pantalla multitáctil de 24 pulgadas.
El asistente permite definir para cada pedido los errores de impresión que están dentro de las tolerancias y aquellos que han de considerarse inaceptables. El operador puede definir, por ejemplo:
Dependiendo del equipamiento disponible, se puede definir también qué debe ocurrir si se produce un error inaceptable. Aquí también existen diferentes opciones que pueden seleccionarse directamente con una simple pulsación en la pantalla. Estas son:
En la práctica, el potencial de ahorro depende esencialmente de dos factores: del equipamiento disponible en las máquinas de imprimir y de las diferencias entre las exigencias mínimas de calidad en la mezcla de pedidos. Está claro, por ejemplo, que los impresores de embalajes cuyos clientes invariablemente esperan una producción §cero defectos§ no tienen apenas flexibilidad. Por otra parte, la eficiencia aumenta con el número de sistemas de aseguramiento de la calidad instalados, ya que estos permiten una gestión rigurosa de errores con numerosos parámetros ajustables y dan a las imprentas la posibilidad de amoldarse exactamente a cualquier nivel de calidad que puedan demandar los encargos disponibles en su cartera de pedidos.
La pregunta fundamental es siempre la misma: ¿qué constituye un error de impresión que pueda dar lugar a reclamaciones o tener consecuencias aún peores? En la producción de embalajes para la industria farmacéutica, los criterios son muy estrictos, y tienen que serlo. En ellos, la falta de una coma o la ausencia de un número pueden tener desagradables consecuencias jurídicas. En los envases de alta gama para el sector alimentario o cosmético, los errores de impresión son igualmente motivo de disgusto. En cambio, si lo más importante es el aspecto general del producto impreso, es posible que las desviaciones mínimas del color estén todavía dentro del margen de tolerancia. «En cualquier caso, el nivel de calidad puede ajustarse con gran precisión a las exigencias del cliente. Y cuanto mayor sea el margen de tolerancia, tanto mayores serán los ahorros y las ganancias que pueden obtener las imprentas con el Device Assistant de Heidelberg», declara Sascha Epp.
