Con sus más de 200.000 cajas por hora, el rendimiento de la Diana Packer no le va a la zaga a ninguna máquina de alta gama. Gracias a este nivel productivo el plegado y pegado de las cajas puede realizarse a máxima velocidad de producción. Todo ello contribuye a la desaparición de los cuellos de botella que se producían al embalar las cajas encoladas: los precios unitarios de las cajas, en consecuencia, caen. El manejo a través de la pantalla táctil es sencillo. Gracias al cálculo automático de los datos de ajuste y la reducción de los elementos de regulación, los tiempos de puesta a punto en la Diana Packer disminuyen hasta un 50 por ciento. Un sistema láser integrado se encarga de contabilizar las cajas con total fiabilidad. Para asegurar la calidad, puede definirse la extracción de una caja de prueba. En la caja de transporte se añade, en tal caso, una unidad más para completar el número correcto de unidades.